jueves, 29 de marzo de 2012

¡ESTAMOS EN HUELGA!


Huelgan los motivos.

1 comentario:

julio molet dijo...

Peligro!!!! Esquirol al acecho.

No me imagino al Tío Casiano (nombre genérico del esforzado agricultor español) haciendo huelga.
No me lo imagino dejando de acudir a su huerto y de dar de comer a sus animales.
No me lo imagino, cogiendo el coche y haciendo decenas de kilómetros por carreteras comarcales - y sin dietas para el desplazamiento - para acudir a la capital más cercana, y enarbolar una bandera, me temo que republicana, me temo que de la Segunda República, en medio de una manifestación donde no habrá más que unos cientos de liberados sindicales.

Trasteando por Internet me encuentro la noticia de la falta de corazón y de sentimientos del secretario general de CCOO, Fernández Toxo, don Ignacio. Resulta que hace unos meses, en un barrio de Madrid, Cáritas, sale a la calle para pedir un kilo de comida para los más necesitados. Simplemente un kilo de comida. Pues este buen samaritano, recoge el folleto que le entregan los de Cáritas a la entrada del supermercado donde acude regularmente a hacer la compra, esperando los de Cáritas que a la salida, como hacen la mayoría de ciudadanos con corazón y con sentimientos, depositara en el lugar previsto un kilo de arroz, de lentejas, … Pues no, el solidario (?) sindicalista pasó de largo y no depositó nada. Ejemplar ciudadano.

Esta mañana me he cruzado con un piquete “informativo”, bueno, me he cruzado con unos cuantos, pero éste captó mi interés afueraparte de la parafernalia habitual de banderas rojas con la hoz y el martillo y de banderas republicanas, de la II República, of course, por los gritos coreados por los piqueteros: “Si esto no se arregla, guerra, guerra, guerra!!!” Sin comentarios.

A esta hora, son las siete de la tarde, ya nadie duda que la huelga devino en un fracaso estrepitoso.
Esperemos que los sindicatos reflexionen y no vuelvan a tensar la cuerda de la confrontación, y más en plena crisis, y comprendan que antes que el derecho a la huelga de los trabajadores, está el derecho al trabajo de cinco millones de parados.
Podemos estar de acuerdo que los efectos de la crisis no debemos de pagarlo los de siempre y que los responsables - políticos, banqueros, empresarios - tienen que dar explicaciones.
Están cambiando los tiempos. Ya está superado el asalto al Palacio de Invierno. Regímenes totalitarios de corte soviético, de los que tan devotos parecen algunos de los huelguistas, no son la solución para una sociedad moderna. Lo mejor y lo más preparado de la juventud española está haciendo las maletas, porque aquí no ven futuro.
El futuro no pasa por parecerse a Grecia, cuna de la democracia y ahora convertida por mor de unos políticos irresponsables y unos sindicalistas alocados, en una democracia residual.

No hay recetas mágicas ni atajos para salir de este atolladero. Pero me supongo que habrá que gastar menos. Mucho menos. Empezando por el siempre manirroto gobierno.

Que ustedes tengan la huelga en paz.