lunes, 16 de abril de 2012

DE LA MAR EL MERO Y DE LA TIERRA LA GUARNICIÓN

Querid@s amig@s,

Ahora si que sí, se han terminado las vacaciones de Semana Santa para todos, y hoy es el primer día que l@s niñ@s de nuestra comarca han regresado al cole, la mía especialmente emocionada, porque lleva caramelos para sus compañer@s para celebrar su cumple.

Mientras ella regresa a su trajín, yo regreso al mío, tras una semana de reposo por prescripción médica que con el trajín de las rehuertas había ido posponiendo y unos días compartiendo safari con Finch Hutton al amor del gramófono en la sabana y no cazando elefantes como otros... (hago notar, que aunque esto es una metáfora, la palabra en cuestión carece de tilde esdrújula, para las suspicacias :). Hemos estado visitando a la familia y a los amigos pagesos (campesinos) de Camp de la Sort, en Bonastre (¡mil gracias por todo, como siempre!) y después a la familia pagesa mallorquina con punto de encuentro en Madrid. De tanta visita y cariño y atenciones han salido un montón de cosas buenas que os iremos contando cada una a su debido momento, pero como avance os cuento que este año vamos a probar una variedad de “tomata de penjar” (tomate de colgar) que mi primo Tomeu cultiva desde hace años en su finca Can Pipiu de Somproens en Mallorca, que es muy rústico, necesita poca agua y se conserva durante todo el año jugoso y fresco colgados de la viga del somero. Veremos si lo hacemos bien, Tomeu.

Tras los días de amigos y familia, de sol y campo y árboles en flor, de sol y mar pescando con caña tres ricos peces (nadie podrá decir que esquilmamos los mares) que nos zampamos nada más salir del barco que capitanean como nadie Virgi y Maribel, el regreso al terruño ha sido la vuelta al invierno. Hoy escribo nada más regresar del huerto, tras un paseo bajo la nieve, solo para comprobar que el brócoli y la coliflor ya han subido a flor, pero que el resto de verduritas sigue tan desconcertada como yo, dudando entre Pinto y Valdemoro, si hacer caso a los días y contar que ya es primavera, o hacer caso a la temperatura y seguir dormida en su invierno. Gracias a eso aun tenemos todas las variedades de invierno, y de nuevo Borraja, que ya está crecida tras la crisis de los hielos que tuvimos por febrero.

Así que no me lío más y solo os aviso que para la próxima semana llegarán variedades nuevas como las fresas.

Un abrazo muy fuerte a tod@s!

lunes, 2 de abril de 2012

CALENTANDO MOTORES DE LA AZADA...

Querid@s amig@s,

Resulta que una propone y el cuerpo dispone. Se ve que el mío tiene vida propia y no hace caso de mis instrucciones, así que yo le pido amablemente que se esfuerce un poquito y cumpla como corresponde en las rehuertas y en la vida moderna, y él me dice que de eso nada, que lo que quiere es unos días de reposo y calma chicha, y de cualquier manera y sin educación ninguna, va y me envía una malura de esas de dos semanas convaleciente y sin poder moverme. Así que os pido disculpas por este tiempo de retiro y silencio obligado, y os digo que he hablado muy seriamente con él, para que en un tiempo largo no vuelva a darme ni guerra ni más sustillos como este.

Bueno, pues ya estamos de nuevo con los pies y las manos en la tierra, agarraditos a la azada, prestos a preparar la tierra para la producción de verano. En estos quince días de ausencia del pueblo, me cuentan que ha nevado, y se nota en la tierra, que ha reverdecido ayudada por el calor posterior (escribo con el sol entrando por la cristalera abierta, en manga corta, como si fuera ya casi verano). El huerto de invierno sigue produciendo, y quizá la nieve tardía ha servido para evitar que los cogollos espigaran y se convirtieran en tallo y flor. Ojalá también haya servido para abastecer nuestras fuentes que a estas alturas están mermadas y escasillas.

Dani Finch Hutton sigue de safari hoy en la sabana, mañana en la selva, pasado en la huerta, pero han llegado refuerzos, porque Javi, nuestro compañero cooperante, que es casi literalmente el familiar en América, ha regresado y desde la próxima semana estará echándome un cable con la producción (muchas gracias Javi, que gustito tenerte de nuevo en casa).

Aunque entramos en tiempo de trabajo arduo en el campo, os cuento que el día 29 hicimos huelga y no trabajamos 
(aunque sobre todo lo voceamos, porque en un lugar como el nuestro, donde no hay centros de trabajo, ni locales de empresa con trabajadores contratados, ni comercios de ningún tipo, y la media de edad supera la edad de jubilación... pues estos gestos no transcienden). Pero nos parecía importante respetar que otros tampoco tuvieran que trabajar por nuestra causa y pudieran ejercer su derecho de reclamar que no sean los derechos que tantos años costaron conseguir los primeros en sacrificarse para que los mismos de siempre vivan igual de bien (o mejor), mientras los mismos de siempre vivimos cada vez peor. El derecho al trabajo digno, en condiciones dignas, y con una mínima cobertura social no es un capricho ni un lujo prescindible, no estamos pidiendo regalos ni prebendas, solo poder ganarnos la vida con el fruto de nuestro trabajo, ahí es nada, y nada es lo que tienen tantos.

El campo está tímido, con este clima extraño y extremo en el que pasamos del calor del preverano a la helada y la nevada de invierno, y sin agua de por medio. El cereal va retrasado, y si otros años las tierras se veían verde por los brotes altos, ahora se ven bajitos, y con mucho terruño seco todavía. Para colmo se prevén topillos, y en los paseos se pueden ver ribazos quemados, por intentar que esta vez no se conviertan en plaga, que aun recordamos todos la última de hace unos años. Lástima el desequilibro de predadores, que hacían de regulador natural.

A nosotros nos ha llegado un inquilino al huerto de Miraflores, un gato grande, gordo y orondo de pelo blanco y rubio, que sestea al sol, tumbado sobre las mantas térmicas retiradas. Este gato pancho, se queda lamiéndose las patitas mientras una hace sus labores, imperturbable él, y yo le miro con agradecimiento y procuro que esté cómodo, porque desde que está él, mis brócolis están enteros sanos y salvos de mordiscos de roedores cara duras. Estoy por llevar a la gata Tigris, que pese a ser de pueblo desde que nació, se nos está convirtiendo en una señorita de casa, del sofá al sol, y del sol al sofá, con un par de maullidos de por medio para reclamar comida de bote.

A nuestros vecinos del pueblo, os cuento que ya estamos todos con los motores arrancados para la Semana Santa, con ganitas de veros a todos, y con el bar y el restaurante abiertos, y bien rica que es la comida, que ayer pudimos probar una ensaladilla casera, hecha con verduritas frescas y ecológicas cocinadas al vapor, que era de las de quitar el hipo, y hacer cerrar los ojillos para saborearla mejor.

Un abrazo muy fuerte, felices días de vacaciones y descanso para aquell@s que podáis disfrutarlos y salud (a ver si yo misma me doy por enterada) y buenos alimentos para tod@sQuerid@s amig@s,