¡FELICES FIESTAS Y FELIZ AÑO NUEVO!

Querid@s amig@s,

Estamos a punto de despedir el año, con todo lo que ha pasado en él, en nuestro caso, los nuevos proyectos emprendidos, con sus errores y sus aciertos (¡ojalá!), con todo lo que nos ha dejado de experiencia, de amigos nuevos, de comprobar que los de toda la vida son los mejores del mundo y esa es nuestra mayor fortuna. Y a estas alturas de balances y nuevas decisiones, con algunos sustillos para rematar el curso de manera trepidante.

Acabado el año, el bar-restaurante se ha quedado en el camino, tras llevarse muchísima de nuestra ilusión, muchísimo de nuestro tiempo y el de nuestras familias y amigos ¡y de nuestras huertas!. Echando la vista atrás apreciamos que no estábamos siendo capaces de hacerlo bien y estaba empujando a que las otras cositas que traíamos entre manos también se resintieran y no estuvieran bien hechas. Y se nos había olvidado que el fundamento primero y final de toda esta aventura era ser coherentes y disfrutar. Ese objetivo ya había sido sacrificado.

Seguimos creyendo que un bar es fundamental en un pueblo, y aunque nosotros no hayamos sido capaces de mantenerlo, seguro que existen personas mucho más capaces que nosotros que sabrán hacerlo muy bien, dispuestos a poner todas sus ganas y empeño en este proyecto. Algunos ya han mostrado su interés y todos estamos poniendo de nuestra parte para que encuentren el camino fácil. Y aun así, si alguno de vosotros os sentís interesados, o conocéis a quienes puedan sentirse interesados... podéis poneros en contacto con nosotros.

El cierre del bar restaurante nos ha dejado un poco tocados, económicamente sobre todo, así que Dani Finch Hutton ha vuelto a sus safaris, esta vez de manera intensiva y durante unos cuantos meses, nada de una excursioncilla esporádica. Mientras yo sigo haciendo números para convencerme que es posible mantener el huerto y vivir de él, y con ello, en el pueblo, que es lo que los dos deseamos.

Sin embargo esto es parte de la aventura de vivir y pelear: asumamos una derrota, que esta guerra es bien larga y todavía queda mucho por decidir. También acabamos el año con un par de sustillos médicos, como el accidente de nuestra hermana y amiga Olga, que deseamos que pueda recuperarse pronto. De momento todos estamos emocionados por vuestra solidaridad y cariños, poniéndoos a nuestra disposición para lo que podamos necesitar, y para darnos un abrazo moral siempre que lo necesitemos (y en el caso de Olga, también económico, para ayudar a reponer todos sus dientes perdidos). Muchísimas gracias.

Cerrando el balance de este año debemos decir que acabamos con mucho menos dinero, con muchas más experiencias, con unas poquitas certezas y con la seguridad de que otra vez más, lo mejor que ha cabido dentro han sido las personas.

De nuevo muchísimas gracias, os enviamos un abrazo muy fuerte y nuestros mejores deseos de salud, amistad y valor para todos en el año que comienza. ¡Felices Fiestas a tod@s!.