jueves, 17 de marzo de 2011

VOTAMOS TRES VECES AL DÍA CON CUCHILLO Y TENEDOR

(Santo del día: San Patricio, patrón de Irlanda)  
Lá 'le Pádraig sona daoibh! - ¡Feliz día de San Patricio a todo el mundo! (en gaélico).

Queridos amigos,

Estamos de temporal, llevamos tres días que no cesa de llover ni de soplar el viento (nuestras mantas térmicas parecen velas de barco, y a veces las miro ondear temiendo que salgan volando con nuestro trocito de tierra y sus semillas puestas a brotar, agarraditas a este improvisado parapente). La gata en celo (lo que demuestra que el instinto es más poderoso que cualquier remedio de pastillas) no quiere ni salir a la calle, y tampoco Roberto el gato del pueblo, padre evidente de todos los demás míninos, ha rondado galante por nuestra casa en estos días (¡inaudito!). Y es que no está el tiempo para picos pardos, hasta internet muestra abiertamente su desinterés por salir al espacio, y así andamos colgadísimos de señal, con acceso sólo a lo básico: la cuenta de correo electrónico y no siempre. Por eso es muy posible que este post de hoy salga a la webisferia ya casi caducado, en el primer asomo de un rayito de cobertura. Por adelantado os pedimos las disculpas.

Nuestras semanas (¡y las que os rondaré morenos!) siguen inmersas en su vorágine de semilleros, germinados y plantones. De esta semana son las 2.238 remolachas que están brotando sus hojitas en los planteles (puestas semillita a semillita ya con su raíz violeta), y las incipientes lechugas (Batavia, Maravilla, Hoja de Burro, Lollo Rossa, y cogollito) que ya están en su tierra definitiva del barranco-icnitas. Estas lechugas no son nuestras, si no que se deben a la generosidad de Mariajo Garre, la experta maestra y amiga hortelana de Amayuelas, porque otra vez estuvimos con ellos este fin de semana (me da a mi que vamos a tener que compartir empadronamiento...).

La excusa en esta ocasión era asistir al Seminario Estatal de ARCo (Agricultura de Responsabilidad Compartida). ¿Y qué siginifica esto?, allá voy que os cuento (y voy a intentar resumir y ser muy concreta):

Actualmente el campesino español, especialmente en nuestra tierra, trabaja el monocultivo extensivo, con la idea de que a más cantidad más rendimiento económico. Esto obliga a un único cauce de comercialización capaz de asumir la producción: el de las grandes redes de distribución agroalimentaria. Éstas fijan los precios a productor y consumidor. Hasta el año 2008 se tenía por seguro que los agricultores eran los causantes de las subidas de precio en destino. Fue entonces cuando la COAG (Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos), la CEACCU (Confederación Española de Amas de Casa, Consumidores y Usuarios) y la UCE (Unión de Consumidores de España) crearon el IPOD (Indice de Precios Origen y Destino de los alimentos).

La información que ofrece se elabora de forma conjunta por los dos extremos implicados en la cadena agroalimentaria: agricultores y consumidores, cotejando los datos sobre los precios que pagan los intermediarios a los agricultores y los precios a los que se venden los alimentos a los consumidores. Cada mes se actualiza este dato sobre 25 alimentos básicos y habituales en nuestra dieta.

Por ejemplo: según el IPOD, en el mes de enero, los consumidores pagaron el kilo de col a 2,77 €. En el de febrero a 2,96 € (una subida del +6,86%). Según la lógica el precio en origen debería haber subido por lo menos en la misma medida. Sin embargo en enero al agricultor se le pagó a 0,68 €/kg de col. Y en febrero a 0,18 €/Kg. Un 73,5% menos que el  mes anterior.

La diferencia de precio es el margen que se llevan las redes de distribución. ¿Por qué sube para los consumidores mientras baja el precio pagado a productor? Por el juego de especulación. Cuatro empresas (Cargill, Archer Danbels Midland (ADM), Bunge y Louis Dreyfus) controlan la distribución del 70% del comercio mundial, alimentación incluida. Pueden permitirse fijar los precios de compra a los productores. Y retener las cosechas en silos descomunales para forzar la falta de abastecimiento que inflen los precios en destino (especialmente trigo, maíz y arroz, las cosechas básicas que alimentan a la población mundial).

Las consecuencias de este sistema de consumo repercuten en cualquier aspecto sobre el que queramos volver la vista. Pero por señalar sólo uno de ellos: la pérdida de Soberanía Alimentaria (el derecho de decisión que cada comunidad puede ejercer sobre producción y consumo, más allá de los tratados de libre comercio fijados por la Organización Mundial del Comercio): es el libre mercado quien decide qué semillas patentadas se siembran donde y qué cosecha mal pagada en otro lugar se vende dónde y a qué precio desorbitado. Y el libre mercado no es libre si no que pertenece a estas cuatro grandes empresas “familiares” que ni siquiera cotizan en bolsa y facturan (Cargill, por ejemplo) 120.000 millones de dólares, (cuatro veces lo que factura Coca-Cola).

Los campesinos se endeudan y empobrecen, presas de créditos que se mueven pero jamás se llegan a saldar (esto en España). La ganadería se desintegra con la “integración” (desaparecen los ganaderos que se convierten en franquicias de las grandes empresas que les suministran los animales, su alimento y se los llevan para matarlos cuando están criados a cambio de un precio ventajoso por cabeza mientras el ganadero asume los riesgos y mermas de la crianza: esto es la “integración”). Desaparece la biodiversidad, y la economía local. Y aparecen las terribles hambrunas y los desplazados sin tierra.

No basta con apostar sólo por la ecología (sin más) porque aunque puede ayudar a no agravar algunos de los problemas relacionados con el medio ambiente, no evita seguir dependiendo y alimentando al monstruo que son las grandes distribuidoras: mucha de la producción ecológica proviene de cultivos extensivos pensados para la distribución en cualquier lugar del mundo. Muchos son socialmente dañinos.

Hay que dar un paso más y apostar por la agroecología (la agricultura que garantiza no sólo un manejo de la tierra ecológico si no también las buenas prácticas económicas, sanitarias y sociales).

Pero los productores dependemos de los consumidores para subsistir. Y los consumidores (que todos lo somos) estamos a merced de la oferta de las grandes superficies (los brazos ejecutores y grandes aliados de las distribuidoras), convirtiéndonos no sólo en vícitmas de sus precios y modos, si no también en cómplices de sus manejos especulativos. Y estaremos sujetos a ellos mientras no seamos capaces de generar otra forma de producción y consumo. Es una responsabilidad en nuestras manos.

ARCo es una de las alternativas que existen. La reunión de este fin de semana fue una puesta en común práctica de las distintas iniciativas que en España están funcionando con éxito después de haber superado los distintos problemas que surgen cuando alguien quiere crear algo nuevo, porque se carece de una experiencia previa. 

Ejemplos de asociaciones entre consumidores y productores que se corresponsabilizan de la alimentación, de que ambas partes paguen y cobren el precio justo, generando un modelo social, ecológica, santiaria y economicamente responsable, capaz de cambiar el mundo, pensando en global y actuando realmente y en local, y de una manera cómoda y efectiva: BAH! (Bajo el Asfalto está la Huerta), Ecogermen, Nekasarea... De ahí el valor didáctico e ilusionante de este fin de semana (y el rato con los amigos, y las personas estupendas que hemos conocido y son muchas...).

Las noticias de estos días han sido muy duras: el drama de Japón con sus muertos y desaparecidos y con el desastre nuclear que acecha. La semana de las excusas: las del Foro Nuclear diciendo que este desastre demuestra que las centrales nucleares son seguras, las excusas de quienes saben de sus peligros pero asumen que son imprescindibles. Las de Angela Merkel intentando frenar la pérdida de votos a las puertas de unas elecciones en un país con una amplia conciencia verde, dos días después de aprobar la ampliación de 14 años más de vida de las centrales nucleares. Las de todo el mundo para quitar la vista de Libia y dejar a su suerte a un pueblo del que no podemos sentirnos responsables, porque necesitamos a Gadafi y su petroleo lo mismo que las centrales nucleares para seguir con nuestro modelo de consumo energético. Y la necesidad es la excusa perfecta.

Y nosotros sin embargo seguimos soñando y disfrutando con los pies en la tierra (literalmente, y esta semana de barro hasta la rodilla) para que no se nos olvide nunca que nosotros somos todos, que todos comemos todos los días, y que hacerlo puede ser el argumento que alimenta a la bestia o la revolución que redefina el modelo del mundo en el que vivimos. Unos con la mano en la tierra y en las verduras, otros como vosotros permitiendo que podamos existir fuera de esos circuitos viciosos. El reto es que seamos muchos los productores y los consumidores, para poder decidir porque tengamos donde elegir. Y una idea más: podemos quejarnos de que nuestro voto ya no decide. Bien, pues entonces votemos útil tres veces al día, con cuchillo y tenedor, y dejemos claro cuales son nuestras opciones.

También nos ilusionamos plantando cien acebos y treinta nogales en nuestro pueblo. Y os invitamos a que nos echéis una mano disfrutando de un día de campo. Este sábado 19 (día del padre),  estaremos en la plaza a las once de la mañana con todos los achiperris preparados (picos, palas, azadas...) y si el día sale bueno, también con la tortillas y las viandas para comerlas todos juntos en uno de los merenderos de la Ruta de las Fuentes. Es una excusa estupenda.

Y cambiando de tercio vamos al meollo de las verduritas revolucionarias. Como esta semana hemos tenido mucho agua y buenas temperaturas, las rehuertas se han puesto como locas, y debajo de las hierbas adventicias oteamos nuestras hortalizas bien lozanas, así que esta semana nuestras rehuertas tienen a bien ofrecernos:

- Alubia Blanca de Riñón: 5,70 €/Kg
- Apio (1,50 €/manojito)
- Borraja (3,00 €/Kg)
- Brócoli (1,50 €/Manojito)
- Cebolletas tiernas (1,5 €/manojito)
- Escarola (1,65 €/unidad)- Espinacas (3,00 €/Kg)
- Garbanzo de pedrosillo: 2,80 €/kg
- Harina integral de trigos (candeal, trigo duro y centeno) (1,60 €/Kg)
- Harina integral de espelta pelada (3 €/Kg)
- Lenteja Pardina (3,45 €/Kg)
- Lenteja Verdina (3,20 €/Kg)
- Nabos de Milán (1,5 €/manojito)
- Patatas (1,50 €/Kg)
  Variedades:
            - Muro (la que hemos suministrado hasta ahora) 
            - Agria: amarilla de piel y carne, muy fina, adecuada para freír o cocer 
            - Baraka: Amarilla de piel y carne, harinosa, para freír o cocer
            - Desirée: Roja de piel y blanca de carne, fina, para freír o cocer
- Puerros (2,50 €/manojito)
- Repollo (1,50 €/unidad)
- Cereal en grano:
            - Trigo Espelta pelada: (2,25 €/Kg) 
            - Avena desnuda: (1,85 €/Kg)
- Productos del Naranjal de Valencia: (Pedidos mínimos de 5 Kg)
            - Naranajas: (1,57 €/Kg)
            - Limones: (1,70 €/Kg)
            - Pomelos: (2,60 €/Kg)
- Productos del Colmenar de Caradueña:
            - Miel de brezo y encina (tarro de 1Kg): 6,00 € + IVA 8%
            - Propóleo puro de rejilla (100 gr): 12,00 € + IVA del 18%
            - Lámina de cera de abeja (para elaborar cremas artesanas o velas, no contiene parafina): 1,60 € + IVA del 18%
            - Media vela cilíndrica: 1 € + IVA del 18%
            - Media vela cónica: 1 € + IVA del 18%
            - Vela cilíndrica: 2 € + IVA del 18%
            - Vela cónica: 2 € + IVA del 18%
- Aceite de Girasol prensado en frío (elaborado por la familia campesina Becerril Bilbao de Melgar de Fernamental):
           - Botella de cristal de 75 cl: 3,50 € + IVA del 8% 

¡Feliz semana a todos, seres humanos capaces de cambiar el mundo!.

P.D.: (Y aquí el post data nuestro de cada jueves). Transcribo una nota de Greenpeace que acaba de llegarnos:

Hola a tod@s.

En medio de esta locura nuclear y atemorizados por lo que puede ocurrir, muchas organizaciones no dejamos de trabajar en los temas menos mediáticos en estos momentos pero fundamentales, a saber la soberanía alimentaria, la lucha contra los transgénicos, etc.

A pesar de las expectativas que suscitó la llegada de Rosa Aguilar al gobierno de Zapatero, son pocas las señales que ha dado sobre ese "reverdizamiento" del ministerio. Y en materia de OMG, nulas. Más allá de alguna difusa declaración, la realidad es que quien sigue al mando del Ministerio de Agricultura (si, llamésmoslo así) en asuntos de biotecnología es la industria de los transgénicos. Ni las movilizaciones del año pasado, ni los resultados del eurobarómetro (la mayor parte de la ciudadanía se opone a los OMG), ni el escándalo destapado por wikileaks ... han variado la actitud pro transgénica del Ministerio.

Y por eso seguimos luchando muchas organizaciones ecologistas, sociales, etc. Intentando que el Gobierno aplique las (pocas) leyes que hay, que aporte transparencia a los procesos de aprobación, que deje de apoyar la presencia de OMG no autorizados en los alimentos, etc.

En abril se están preparando muchas actividades para la semana de lucha del 11 al 17, en breves fechas os iremos haciendo llegar información.

Para terminar, una pequeña sugerencia televisiva. El programa El Escarabajo Verde de TVE ha realizado un documental titulado "Si te dicen qué comí". La semana pasada se emitió la primera parte:
El viernes 18 a las 18h30 y el domingo 20 a las 14h, se emite la segunda.
 
Pues queda dicho, decimos nosotros.

2 comentarios:

Julio Molet dijo...

Saludos a los habitantes de las Tierras Altas.
Vivimos en una época en la que los beneficios obtenidos por los intermediarios roza lo delictivo. Y cuando hablamos de productos de primera necesidad directamente lo supera.
Cuando tenemos unos grandes almacenes que cargan en sus productos unos sobreprecios en torno al 500% y acudimos en tropel, prestos y dispuestos a que nos esquilmen, pero como, ya es primavera en el ....Evidentemente no tenemos perdón de Dios.
Y lo normal es cualquier cafetería te infle el precio del café un 1.600%, pero de momento siguen llenas. Ni la prohibición de fumar, la única medida sensata de este gobierno, con perdón, ha retraído a los españoles a pagar 1,20 euros por un café, cuando su coste real es de 0,07 euros. Lo dicho, un beneficio del 1.600%
Y con estos ratios de rentabilidad, va a ser muy complicado explicarles a los intermediarios de los productos agrícolas que bajen sus beneficios, cuando ellos sólo nos aplican un "moderado" margen del 300%
Coda. Y el sábado, fiestuqui en el pueblo. Qué bien !!!
Uyyyy!!! pero hay que currar. Lo siento, mi religión me prohibe trabajar los sábados. Qué pena !!!
Disfrutad de la fiesta con salud.
P.D. Entre los achiperris y las hierbas adventicias, ando un poco perdido y dubitativo.
Saludos.

LA ALEGRÍA DE LA REHUERTA dijo...

Je, je, estás excusado, si tu religión te lo prohibe, pues nada, oye, insistimos con lo de la libertad de cultos. Pero que sepas que te pierdes la cuchipandi (almuercete festivo, todos juntos).

Después de comprobar que achiperri no figura en el diccionario de la RAE (cachis...), creía que era una creación del mío particular, pero mira por donde he encontrado un Vocabulario Serradillano (http://www.serradilla.com/index.php?option=com_glossary&func=view&Itemid=99999999&catid=41&term=ACHIPERRI), que lo difine como "aperos de labranza, cosas inútiles" que es justito lo que yo quería decir. Internet es increíble.

De estos términos tengo más, como cuchipandi, cancarro (cacharro así de grande, y se dice con las manos separadas todo lo que den de si los brazos), chuf chuf (difusor de agua en spray mediante la acción de una palanca)... ¡para que luego digan de la riqueza de nuestra lengua!.

Pero planta adventicia es el término con el que se define técnicamente la mala hierba de toda la vida que sorprendentemente crece mucho mejor que la hortaliza incluso cuando no hay agua, no se hiela jamás de los jamases, y crece hasta tapar a las plantas rapidamente y con mucho vigor, en cuanto te das la vuelta un instante para atarte los cordones, para echar un traguito de agua por ejemplo (en nuestro caso vallico y correvuela).

Otra palabra que aparecerá a quienes entren en el enlace de "Soberanía Alimentaria" en el texto, y tal vez no conozcan es BASERRITARRA, que es como llaman a los campesinos en Euskadi. Para este término hay muchísimos localismos. Este yo lo he conocido durante el fin de semana.

Un abrazo muy fuerte, y bueno, vale, no vengais esta vez, pero la siguiente si, ¿eh? y ya si eso, hacemos que no caiga en sábado (je, je).