miércoles, 27 de junio de 2012

NO AMANECE SI ANTES NO SE HA PUESTO EL SOL


Querid@s amig@s,

Estas últimas semanas han sido un no parar de emociones. La última semana en nuestro pueblito Fuentes, despidiéndonos de nuestros amigos, compañeros de tantas aventuras... tan generosos con su cariño: Susana, Albertillo, Siro y Esther y su niña Elisa, nuestros meleros de cabecera... Javi, nuestro más que amigo y socio, que se nos va una temporadilla a Perú, pero responsable de nuestra aventura soriana que tanto nos ha dado, y que esperamos vuelva esta vez ya a su casa y huertos de Bonastre...

Y emocionante hasta casi la lagrimilla, conscientes de que para nosotros terminaba una época, fue la despedida del pueblo, con nuestros amigos vecinos, casi familia todos juntos para disfrutar de una cena tan divertida, tan cariñosa, con las jotas que arrancaba Jaunma a tres y a veinte voces (y los chimpunes de Bienve), con tanto cariño y buenos deseos, que como no vamos a sentirnos privilegiados. De Fuentes nos llevamos muchísimo, un aprendizaje del sentido común y sabiduría de nuestros abuelos, de la que hemos intentado empaparnos y llevarnos algo. Mi querido tío Pedro, de quien no pude despedirme ni quise porque no podía decirle adios. Perdóname por no haber tenido valor, pero espero volver a verte pronto, me queda la pena de no haber podido ir contigo a que me enseñaras a manejar las abejas y a sacar esa miel tan negra que las tuyas hacen...

El discurso de Javi el del Barrao, que no puede faltar en ningún evento que se precie, generoso siempre, y la foto ampliada de la plaza de nuestro pueblo, obra de Reca y que nos regalaron en forma de cuadro, para que día tras día, como hasta hace nada, podamos seguir asomándonos a la Plaza Hueca, “la plaza que llevamos en el corazón todos los fuenterreños” y en la que yo veo el Ayuntamiento justo detrás, en la Plaza de la Constitución que no es la del 77 sino la del 31, y la casa de la Vitoria, y la de las Puras, y la esquinera de Tino, y la calle que sube a la casa de Natalia y el Chato, los cabeza de una familia que nos adoptó entera nada más llegar que incluye también a Dioni nuestro Alcalde , a Esther y a Juanjulio que tanto nos enseño y ayudó en el monte. La calle que sube a casa de Chena y Juan, y a la de Mari el Zaborro... la fuente donde echan las parrafadas a la sombra de los plataneros Manolito el de Maruja y David con Rafa... y entonces también les veo a ellos. Ahora este cuadro está puesto al lado de la ventana grande del salón, la que da a las puestas de sol sobre este paisaje que envidiaría la Toscana, para sentarme en mi butaca de ruedas frente a las dos ventanas de mis pueblos, el mío en el corazón y el que me acoge ahora.

Porque somos afortunados y mucho por estar rodeados de tanta gente buena y generosa. Aquí de nuevo acompañados y adoptados, en este caso por Dani y Silvia y su precioso proyecto donde nos han hecho un hueco, aprendiendo de ellos a leer en esta nueva tierra donde los tiempos son tan diferentes a la que conocemos, y acogidos por las risas de la Montsiki, y por el grupo de mujeres fuertes dispuestas a apuntarse a un bombardeo, bailarlo todo y hacer pilates en la calle, frente al mar, a la hora en que cae la tarde (¡ya soy una de ellas, que empezaré este viernes!)




Vuelvo a tener las manos y los pies metidos en la tierra, y disfruto muchísimo con ello, levantando la cabeza del suelo y de las plantas para observar los árboles tan diferentes que ahora nos acompañan: los olivos, el caqui, los algarrobos, y hasta una exótica paulonia ¿te acuerdas, Alberto Abuelo?, esta es altísima ya. 

Para mirar el mar azul y sereno y la promesa de tanta tierra y tantas posibilidades para convertir al mundo en un lugar un poquito mejor y más razonable.

Hasta que nosotros hemos llegado y nos hemos incorporado al terruño, Dani (el de Camp de la Sort, no Finch Hutton) ha ido trabajando duramente la tierra, plantando hasta ocho variedades diferentes de tomates (tomacom, de colgar, kaki, perita kumato, cherry rojo y amarillo, stufer y bodar), dos de calabacín, uno de ellos delicatessen total, que es el calabacín bola, ideal para hacerlo relleno, lechugas, judías, pepinos, pimientos padrones, verdes, berenjenas... hoy he estado ayudando en la cosecha y se me hacía la boca agua...

Todavía estamos aterrizando en esta nueva tierra para nosotros, en la que aun no llevamos ni una semana, pero espero en breve poder ofreceros todas estas delicias para que vosotros también podáis disfrutar de ellas tanto como nosotros.

En fin, que estos son tiempos trepidantes, de emociones como os decía, pero también de emprendimientos y proyectos e intentaremos poco a poco poder manteneros al día de ellos a través de la página web que se irá modificando para que conozcáis los nuevos huertos y ese lugar que en adelante también será vuestro cachito de tierra de donde salga el alimento rico y sano para el cuerpo, y para el espíritu de todos.

Un abrazo muy fuerte, y gracias por acompañarnos en nuestras aventuras, y esto incluye a nuestro Anónimo fuenterreño, que incluso en esa sombra que eligió, nos ayudo a que intentáramos si no ser mejores, si por lo menos explicarnos mejor.

4 comentarios:

Contando los sesenta dijo...

Amanece que no es poco, José Luis Cuerda dixit.
Mucha suerte en tu nuevo proyecto, que te lo mereces por emprendedora y por luchadora.
Besos.

julio molet dijo...

Olé!!! Olé!!! Olé!!! Olé!!!

Ya me está tardando el rojerío patrio (y segundorrepublicano) en celebrar la gesta heroica de nuestra gloriosa Selección Española. Popularmente llamada “La Roja”. Querrán decir la “Roja y Gualda”. Jur, jur, jur!!!

Todavía afectado por la resaca futbolística-cervecera, aprovechemos un pequeño desliz cronológico para marcarnos una disertación franca y distendida.

Vamos a ver, que nos hacemos un lío con las fechas. La Constitución Española, la que está vigente, entró en vigor el 29 de diciembre de 1978.
Estudiaba uno por la época, si no recuerdo mal, 2º de B.U.P. y lo que recuerdo perfectamente es la entrada en clase del profesor de Matemáticas siempre con la misma cantinela: ¿hay consenso?
Durante meses, los siete ponentes constitucionales estuvieron negociando a cara de perro - tómenlo cómo una licencia literaria - para que nadie pudiera sentirse excluido de un texto que se hacía para perdurar. De hecho, cuando se celebró el referéndum, el voto afirmativo rozó el 90% (para que no queden dudas, el 88,54%). Es decir, tras el fiasco del texto legislativo de 1931, los españoles, superados los traumas del franquismo, podíamos empezar a caminar tranquilamente por la senda constitucional.
Ergo, hablamos de una norma suprema, que a diferencia de la otra, la que llevó al colapso a la II República, se construyó cediendo en algo todos los partidos políticos y amalgamando un texto que sirviera de marco para que los españoles tuviéramos los mismos derechos y las mismas obligaciones, y que nadie, por motivos políticos o religiosos pudiera sentirse excluido. Justo es reconocerlo, la norma del 31, pudo tener muchas cosas positivas, pero carecía del bien fundamental que adorna nuestra Carta Magna: ¿se acuerdan lo que pregonaba mi profesor de matemáticas? Ahí les duele a algunos: el consenso.
La constitución del 78 recoge todos los avances de la del 31, pero no cae en sus errores de bulto.
Siendo conmiserativo, y llamando errores a lo que no fue más que un intento criminal de los dirigentes de media España para acabar con la otra media.
Se legisló mirando los intereses partidarios y olvidándose de los intereses generales. Así les fue.
Uno es muy libre de tener filias y fobias, pero lo que ya es totalmente incuestionable, es que la Constitución que alumbró la II República, condujo al mayor enfrentamiento fraticida producido en suelo hispano: la Guerra Civil, que tuvo como secuela una larga dictadura. Podemos aceptar como pliego de descargos que la Guerra Civil se produce por motivo de un alzamiento de una parte de los militares; cierto, pero no lo es menos que la división que produjo la constitución al fracturar el país en dos bandos: izquierdas contra derechas; ateos contra católicos; fomentó la violencia de los unos contra los otros, que acabó llevándonos al horror guerracivilista.
El inmovilismo no conduce a ninguna parte, el ir conduciendo mirando por el espejo retrovisor sólo nos puede garantizar una salida de pista (Y no hago chanzas sobre quitanieves, que luego me crujen). Ni el romanticismo más ingenuo nos puede llevar a anhelar el regreso de un régimen, la II República, que nuestros familiares que vivieron el espanto del triunfo del Frente Popular en el 36 y el comienzo pocos meses después de la guerra, no se cansaron de advertirnos, que aquello no podía volver a repetirse.

Jopé! me he dejado llevar por la emoción (4-0) y me he pasado de frenada. Continúo en otro comentario.

julio molet dijo...

Es indignante que no pueda tuitear mis breves (?) reflexiones en un comentario. Maldita censura!!!
Seguimos.

Para nuestra desgracia, el texto constitucional, con tantas fatigas pergeñado por nuestros representantes políticos, empieza a hacer aguas.
Los movimientos más insolidarios, los partidos más excluyentes caminan sin sombra de duda hacia la secesión.
Ni siquiera nuestra heroica Selección Española de Fútbol (coño!!, que le hemos metido cuatro goles a Italia, cuatro!!!) podrá parar la hemorragia que supondrá para la más antigua nación europea la pérdida de dos territorios, hasta hoy mismo, cuna de los mayores privilegios y campeones de todo tipo de desafueros hacia los que todavía siguen siendo sus connacionales. Verbigracia, Cataluña y el País Vasco.

En unos tiempos en que están cayendo las fronteras, resulta estrambótico que en ciertas partes de España las quieran volver a levantar.
El paso del tiempo es inexorable así como la estupidez y la ceguera de ciertos políticos nacionalistas.

Un saludo para la gente de buena voluntad - en franca decadencia - que mora en la margen izquierda del río Ebro. Entiéndase, desde pasado Mequinenza hasta su desembocadura.

España!!! España!!! España!!! España!!!

Anónimo dijo...

Hola. Hace meses que no sabemos nada de ti ni de las rehuertas. Por favor, mantennos informados.